Breve Retrato de la Ciudad de Guadalupe...
En E la costa norte del Perú, a 692km de lima, a 10hr en autobús, se encuentra GUADALUPE; ciudad cálida, de unos 37,000 habitantes. Su gente bonachona, propia de los pueblos norteños, de trato familiar y suelto, hacen sentir al visitante como si fuera viejo compueblano. Descansa a una altura de 92 msnm, sobre las coordenadas 7˚ 14’ 30” (latitud sur) y 79˚ 28’ 06” (longitud oeste), abarcando un área aproximada de 243km². Por el norte limita con Pueblo Nuevo y Pachanga; por el sur, con San José y Jequetepeque; por el Este, con Chepén y Contumazá; y por el Oeste con el océano Pacífico.
Los sencillos balnearios de La Barranca, Playa Chica, Las Cruces, La Bocana, con sus arenas y aguas limpias, soleadas, a no más de una hora del pueblo, en verano se vuelven corazones de esparcimiento y regocijo para niños y adultos, foráneos y lugareños. Los sitios arqueológicos de Pakatnamú, Farfán, Caracoles, Singán… mudamente atestiguan la historia prehispánica. Anlape, guarda la historia del sincretismo cultural acaecido tras la llegada de los españoles. El Cerrito de la Virgen, El Complejo Arquitectónico de San Agustín, La Feria y Romería en Honor a la Virgen de Guadalupe, testimonian la arraigada tradición religioso-pagana. El arco, el Mausoleo, el monumento y la casa museo de los Albújar y Guarniz, testimonian el ejemplar acto heroico practicado por dos jóvenes guadalupanos
y uno jequetepecano, durante la guerra del pacífico; y el gran desfile, en honor a éstos, que se realiza todos los 28 de octubre, dan cuenta del fervor cívico-patriótico guadalupano. Las casonas coloniales, hablan del arte arquitectónico que nos legaron los españoles. Las vacas locas, la quema de troncos, Los Mamarrachos, las viudas, los pastores, los nacimientos, son expresiones tradicionales que alegran el fin de año.
y uno jequetepecano, durante la guerra del pacífico; y el gran desfile, en honor a éstos, que se realiza todos los 28 de octubre, dan cuenta del fervor cívico-patriótico guadalupano. Las casonas coloniales, hablan del arte arquitectónico que nos legaron los españoles. Las vacas locas, la quema de troncos, Los Mamarrachos, las viudas, los pastores, los nacimientos, son expresiones tradicionales que alegran el fin de año.
Guadalupe, clavado en el corazón del valle del Jequetepeque, goza de un clima variado y exquisito que es regulado por la hilera de cerros que se levanta majestuosamente entre él y el océano pacífico. Guadalupe yace rodeado de fértiles campos de sembrío, en donde se yerguen, cual lunares, los centros poblados de Semán, La Calera, Limoncarro... los cuales le inyectan gran vida y dinamismo.
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